El tráfico marítimo se refiere a cualquier tipo de operación de transporte de mercancías que se llevan a cabo por vía marítima o fluvial. Es la forma más rentable, segura y eficaz para transportar mercancías a cualquier punto del planeta. Según la OMI, el transporte marítimo mueve una carga equivalente a más del 90% del comercio mundial.

Este tipo de transporte se ha convertido con el paso de los años en el más utilizado en la importación y exportación de productos. De hecho, la evolución es significativa, pasando de los 102 millones de toneladas transportadas en los 80 a alcanzar los 2.000 millones de toneladas en la actualidad. Pero, ¿cómo funciona el transporte marítimo?

Funcionamiento

El funcionamiento del transporte marítimo está regido por unas leyes internacionales unificadas, en lugar de leyes nacionales para evitar contradicciones. A su vez, este sigue una serie de pasos que se deben cumplir para evitar cualquier tipo de problema que afecte el traslado de la misma desde su origen a su destino.

El primer paso tiene que ver con la mercancía, pues para que esta pueda ser enviada debe estar preparada, y con la confirmación de reserva y coordinación de recogida en fecha, hora, lugar y referencia de carga.

Tras esto, se procede a la recogida de la mercancía, la cual será agrupada en el almacén consolidado con otras hacía el mismo destino y compartirán espacio en un contenedor. Cuando se carga la mercancía se pone el precinto en él que debe figurar el conocimiento de embarque y servirá para saber si la mercancía ha sufrido alguna manipulación durante el trayecto.

Cuando llega la mercancía al puerto ya se puede hacer el despacho de exportación, las instrucciones de embarque y si se trata de un contenedor, informar del peso o verificar la masa bruta. Antes de la salida del buque, las instrucciones así como los trámites de aduana deben haberse formalizado 48 horas antes.

El buque sale y la línea envía el conocimiento de embarque con la fecha de salida y empieza el transporte desde puerto de origen a puerto de llegada. A veces, no todos los contenedores van directos al destino, por lo que pasan por otros puertos.

El receptor de la mercancía a su salida recibirá toda la documentación y la naviera les contactará con el aviso de llegada informando de la fecha prevista de la importación y proporcionará los datos de despacho para gestionar la importación de la mercancía.

El último paso se produce cuando se dispone del despacho de importación y se han liquidado a la aduana los aranceles e IVA. De esta manera, el importador podrá gestionar la entrega de su mercancía en sus instalaciones.

Puertos más importantes

Los puertos más importantes a nivel mundial se encuentran en Asia, concretamente en China. Ejemplo de ellos son el de Shanghai o Hong Kong. En lo que respecta a Europa, destacan los de Róterdam, Amberes y Hamburgo, así como los de Algeciras y Valencia en España, y en Norteamérica los puertos de Los Ángeles, Nueva York y Savannah.

Pero si hablamos de África la situación es diferente. Es uno de los continentes que peor parte se lleva en lo que respecta a puertos, según la última edición del informe Review of Maritime Transport. Los únicos puertos destacables son los de Egipto, Marruecos y Sudáfrica, todos influidos por sus posiciones geográficas estratégicas.

Esta situación ha traído consigo que muchos gobiernos africanos hayan empezado a desarrollar grandes infraestructuras para cubrir esta demanda y, de esta manera, generar una mayor riqueza. Y es que aunque un tercio de los países africanos no tiene litoral, el transporte marítimo sigue siendo su principal vía de acceso a los mercados mundiales.

Este desarrollo ha propiciado que puertos como el de Algeciras o aquellos localizados en las Islas Canarias sean un referente del comercio entre España y el continente africano. Según datos aportados por el director de Casa África, Luis Padrón, un alto porcentaje de las mercancías que llegan o salen del Puerto de Las Palmas proceden o se dirigen al territorio africano.

Fuerte dependencia

Como dijimos anteriormente, el transporte marítimo mueve un 90% del comercio mundial. Sin embargo, genera tanta dependencia que compromete al comercio internacional si surge un problema. Como lo ocurrido el pasado mes de marzo, cuando el Even Given quedó encallado en el Canal de Suez, Egipto.

El Canal de Suez, es una de las rutas más transitadas del mundo ya que muchos buques recortan hasta 10.000 kilómetros en su trayecto pasando por él. Se calcula que el incidente le ha costado al comercio internacional entre 14 y 15 millones de dólares por cada día de bloqueo dando lugar, a su vez, a la subida de precio en productos de materia prima y el retraso en pedidos.

Pero no hay que ir tan lejos para ver la fuerte dependencia que tiene el comercio internacional del transporte marítimo. Desde hace meses estamos viviendo una de las mayores crisis en este sector debido a varios factores, siendo el principal la falta de contenedores y por consiguiente, la inflación del precio de estos. Puedes leer más sobre esto en nuestro blog.

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